Pues terminando la semana estamos y no queria dejar pasar la ocasión de hablar un poquito sobre lo que ha significado la crianza en brazos durante nuestro periplo como padres de Samuel.
Conocimos los fulares gracias a una gran amiga que hicimos en la preparación al parto.
Yo creo que antes de eso, sí que habíamos visto portabebés, pero básicamente "colgonas" y no habíamos hablado de si seria conveniente tener una o no cuando naciera nuestro hijo, la verdad.
Cuando estabamos de siete meses y pico atendimos a un taller básico de porteo y alucinamos con el hecho de que todos los bebés que habian allí, se durmieron al instante al meterlos en el fular!!!
Ernesto estuvo practicando y luego yo otro poco, porque con la barriga que tenia me parecia algo complicado.
La primera impresión fue que no era tan fácil como allí decían, habia mucha tela, a mi no se me deslizaba tan bien por la espalda, me quedó desigual...pero después de probar un par de veces más, aquello se pareció más a lo que decia la instructora.
¡¡¡Finalmemente nos hicimos con nuestro primer fular!!!
Tal y como nos habian dicho, lo pusimos en el sofa y nos sentamos en él, haciendolo partícipe de nuestra historia de pre-papás. Lo lavamos un par de veces, lo plachamos, practicamos de nuevo y una noche de Septiembre salimos hacia el hospital olvidándolo en casa.
Tras nuestra llegada medio trastornados con nuestra alegria infinita de tener a Samuel con nosotros, caimos en que allí estaba el fular...habrá que probarlo no????
No se quien se lo puso antes, si Ernesto o yo, pero lo cierto es que a partir de entonces, vivimos a un fular pegados!
Ni Samuel se queria despegar de la manta que lo envolvia a nuestros cuerpos, ni nosotros queríamos dejar de sentirlo tan cerca.
Los primeros dias, cuando se quedaba dormido, lo dejábamos en el cuco que nos habian prestado, pero a los 10/15 minutos se despertaba y de nuevo lo poníamos en el fular, se volvia a dormir y lo volvíamos a dejar y volvia a despertarse...así que al poco optamos por dejárnoslo en el fular y se pegaba unas siestas de 2 y 3 horas la mar de tranquilo.
De vez en cuando notabas un gran suspiro de satisfacción que aun nos convencia más de lo bien que estaba en nuestros brazos, en nuestro cuerpo, cerca del corazón palpitante que tan bien conocia...
Cuando Samuel estaba despierto, hacíamos las tareas cotidianas, limpiar el suelo, poner el lavavajillas, doblar ropa, hacer la cama, guardar lo que nos dejábamos por en medio, salir a pasear....y cuando se dormia, nos sentábamos a ver la tele, a leer, a dormitar....
Por eso, cuando la gente me pregunta cuanto tiempo puedes estar un bebé en un portabebé, yo
siempre digo que si es ergonómico, las horas que quieras! Es algo totalmente cultural.
Mientras otros grupos humanos los llevan las 24 horas, los occidentales cada vez nos hemos alejado más del cuerpo de nuestros pequeños, aunque dentro de Occidente hay una tendencia muy fuerte hacia la vuelta a este contacto, ya que se ha visto lo beneficioso que es. Hablo de paises como Noruega, Finlandia, Alemania, Francia...España?
Los primeros meses fueron una gozada con el fular.
Recuerdo cuando venia el cartero y si tenia un paquete, le abría la puerta y allí estábamos Samuel y yo, enfularaos! El chico alucinaba, hasta que un dia me dijo..."pero bueno, es que este niño nunca llora???"
Cuando Samuel tenia un añito, vinieron unos amigos de Estados Unidos y nos fuimos toooodo el
dia a patear por Madrid; el Palacio Real, la Almudena, la Plaza Mayor, en
fin, lo típico y claro, yo con el fular y Samuel a la espalda, recorrimos a su paso (al de los americanos) todas las calles, fuimos en metro, en bus...fue estupendo, no tuvimos ningún problema en ir a todos esos sitios y entrar. Fue algo cansado para mi espalda, porq con un año ya no porteaba a tantas horas, pero vamos, la sensación de libertad de la que gocé ese dia no nos la quita nadie.
Más o menos a partir del año Samuel comenzó a andar y dejó de ser fácil cogerlo y meterle en el fular, porq él preferia ir libre por el mundo, pero claro, normalmente era hacia una dirección diferente a la que tú tenias prevista.
¡¡¡Así fue como llegamos a los mei-tais, que descubrimiento!!!
Y desde entoces, me enamoré de ellos y decidí hacer que otras personas también pudieran disfrutarlos como yo, después de haber gozado portando a su bebé en un fular!
¡¡¡FELIZ SEMANA DE LA CRIANZA EN BRAZOS 2011!!!
1 comentarios:
Yo tengo una pregunta: si lo has llevado siempre en brazos (porteado o a mano), no has temido que se acostumbre? Y otra más, dices que quiere ir libremente... no se ha acostumbrado a ir en brazos?? En fin, q pensar...
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