martes, 7 de septiembre de 2010

Parecidos razonables????


Estaba leyendo blogs por la web cuando descubrí, no se cómo exactamente, la entrada de esta doula estadounidense, que hace una muy buena analogia entre los restaurantes de comida rápida, la llamada fast-food y los partos en los hospitales, seria algo así como "fast birth".

He hecho una traducción aproximada de su texto, espero que os guste:


Estaba hoy comiendo en un restaurante de cómida rápida (que permanecerá en el anonimato por supuesto), intentando elegir algo del menú que pudiera comer. He estado haciendo algo de dieta últimamente para ver si mejora un poco mi salud. He estado quitando y sigo en ello, gluten, huevos, azúcar y grasas de mi dieta.


Lo primero es que me sentí como una freak. Cuando le pregunté al chico de detrás del mostrador si la salsa XYZ tenía mantequilla, no pareció entender nada. Yo no era, obviamente, su cliente habitual. Estaba un poco cohibida porque retrasaba la cola de la gente que quería pedir y se estaban irritando debido a mis formas neuróticas.


Finalmente me decidí por una ensalada sin croutouns y aderezo de balsámico a un lado. Parecía que iba bien con mis restricciones.


Cuando me dieron la ensalada, por supuesto, tenía queso. No sabía que tendría eso. Lo quité como pude, pero inevitablemente algo quedó. Me la comí de todas formas y me llenó lo suficiente, aunque hubiera sido más fácil hacerme cualquier cosa en casa.


He oído recientemente el término “parto en casa en el hospital”. Incluso he llegado a ver un anuncio en un hospital local de la zona. Es una bonita idea si lo piensas. Obtienes todos los beneficios del hospital (anestesia y cirugía bajo demanda), pero también obtienes (esperemos) un parto natural como si se tratara de tu casa (ya sabes, hay cortinas en las ventanas).


No estoy diciendo que no puedas tener un parto natural en un hospital. Puedes. Yo lo he tenido. Se hace cada día. Pero no es, generalmente, algo fácil. Las mujeres normalmente tienen que trabajarselo mucho para ello, pero es totalmente posible.


Lo que experimentan es generalmente parecido a lo que yo sentí en el restaurante de comida rápida. Puedes ir al restaurante de comida rápida X y pedir una comida sin gluten, mantequilla, azúcar y huevos, pero no lo tienen en el menú. Eso no es lo que la mayoría de sus clientes quieren. La gente que trabaja allí no sabe como “tratarte”.


Puede que llegues a conseguir algo muy parecido a lo que estabas buscando, pero NO SERÁ exactamente lo que querías, porque eso no es lo que se tiene en los restaurantes de comida rápida.


Como hace dinero un restaurante de comida rápida? Hacen hamburguesas rápido y barato y las venden con todo: 2 pepinillos, salsa especial, y una pieza de lechuga en un pan de hamburguesa. Sabes que? Los modernos hospitales de EEUU funcionan más o menos igual. Los partos se han convertido en un negocio rentable, un negocio de línea de montaje.


La comida es más que harina refinada y grasa y ternera alimentada de maiz. La comida puede ser maravillosa. Puede saber bien, puede hacer que te sientas bien, y puede alimentar a tu cuerpo exactamente como lo necesita.


El parto, como una hamburguesa, puede ser una línea de ensamblaje. Puede ser un negocio rentable. Puede ser acelerado o frenado y controlado. Puede ser monitorizado, planeado y guardado en una caja.


Pero no es así como solían ser las hamburguesas, y ciertamente no es como deberían ser los partos. Un parto puede ser algo más que eso.


Puede, literalmente, ser orgásmico. Cambiador de vidas. Maravilloso. Trans-formativo. Precioso. Sorprendente. El parto puede ser la mejor experiencia de la vida de una mujer. Te puede hacer sentir más poderosa y más mujer que ninguna otra experiencia. Pero también puede, como una hamburguesa, hacerte sentir enferma, deprimida, violada y disgustada.


Ahora, si tú quieres un parto en casa- TENLO. Lo voy a volver a repetir. He oído a tantas mujeres que querían un parto en casa, están preparadas para ello, pero no lo hacen. No lo hacen porque se sienten más seguras en el hospital (por si acaso) y porque creen en la idea de que pueden tener un parto natural como en casa en el hospital. Si quieres un parto en casa, entonces elígelo.


Puedes tener un parto natural en el hospital, pero no puedes tener un parto como en casa en el hospital. He tenido ambos, el primer parto en casa que atendí me hizo darme cuenta de que no (a no ser que lo necesitara profundamente) tendría otro parto en el hospital.


Mi parto en el hospital fue maravilloso, pero mi parto en casa es intocable, no medicalizado, initerrumpido. Fue un parto en casa. Fue mágico. Fue un parto como tenía que ser y como se suponía que era. Y fue mucho mejor una grasienta hamburguesa.


El original: http://mamabirth.blogspot.com/2010/08/fast-food-assembly-lines-and-myth-of.html