lunes, 2 de mayo de 2011

El Bulling viene de casa

Un informe encuentra que los abusadores, las víctimas y quienes son ambos se enfrentan a peligros fuera de la escuela.

Los abusadores estudiantiles, sus víctimas y quienes son ambos, o sea, los que son victimizados y también abusan, se enfrentan a un amplio rango de riesgos de salud, lo que incluye la violencia familiar y hacerse daño a sí mismos de manera intencionada, según ncuentra un estudio reciente de EE. UU.

Imagen de noticias HealthDay

En una encuesta de 5,807 estudiantes de escuela media y secundaria de casi 138 escuelas públicas de Massachusetts, los investigadores encontraron que los que eran tocados por el acoso escolar de cualquier forma eran más propensos a pensar en el suicidio y a hacerse daño a sí mismos, en comparación con otros estudiantes.

Los que tenían que ver con el acoso escolar también eran propensos a tener ciertos factores de riesgo, como sufrir abuso de un familiar o ser testigos de violencia doméstica, en comparación con las personas que no eran ni abusadores ni víctimas.

El acoso escolar o bullying se definió como ser molestado, golpeado, amenazado, pateado o excluido repetidamente por otros estudiantes.

Tras ajustar por otros factores, la proporción de estudiantes de intermedia que recibían maltratos físicos de un familiar, por ejemplo, fue de 2.9 para las víctimas del acoso, 4.4 para los abusadores, y 5.0 para los que eran tanto abusadores como víctimas, en comparación con otros estudiantes. La proporción de probabilidades de ser testigo de violencia doméstica fue, respectivamente, de 2.6, 2.9 y 3.9.

La proporción de probabilidades de que un estudiante de secundaria fuera maltratado físicamente por un familiar fue de 2.8 para las víctimas, 3.8 para los abusadores, y 5.4 para los que eran abusadores y víctimas, frente a los estudiantes que no tenían nada que ver con el acoso escolar. En cuanto a ser testigo de violencia doméstica, la proporción de probabilidades para los estudiantes de secundaria eran de 2.3, 2.7 y 6.8, respectivamente.

Investigaciones anteriores han relacionado el acoso escolar con calificaciones bajas, uso de sustancias y problemas de salud mental. Este informe concluye que los riesgos de salud y el ambiente del hogar de los adolescentes tocados por el acoso son mucho peores que entre los niños que no tienen experiencia de acoso.

"Los resultados subrayan la importancia de los programas de prevención primaria, además de programas y estrategias integrales que involucren a las familias", señalaron investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Un programa exitoso de prevención debe incluir a las autoridades escolares, los miembros del personal, los estudiantes y los padres, con acceso a servicios de salud y de salud mental como componente esencial, añadieron, anotando que los programas que sólo se desarrollan en el aula no son eficaces.

Los hallazgos aparecen en la edición del 22 de abril de la revista de los CDC, Morbidity and Mortality Weekly Report.

De los estudiantes encuestados, los de escuela intermedia (44 por ciento) eran más propensos que los de secundaria (30.5 por ciento) a tener algo que ver con el acoso escolar.

Los investigadores hallaron que 26.8 por ciento de los estudiantes de intermedia reportaban haber sido acosados, frente a 15.6 por ciento de los de secundaria. Pero menos estudiantes de escuela intermedia (7.5 por ciento) que de secundaria (8.4 por ciento) reportaron ser abusadores.

En ambos rangos de edad, más chicos que chicas admitieron ser acosadores, y más chicas que chicos dijeron ser víctimas.

Entre los estudiantes de secundaria, 6.5 por ciento reportaron ser abusadores y víctimas. Poco menos del diez por ciento de los estudiantes de intermedia dijeron ser abusadores y víctimas. Los riesgos de salud eran mayores para los abusadores víctimas que para los que se consideraban a sí mismos sólo como abusadores o como víctimas, según el informe.

La mayoría de estudiantes de ambos rangos de edad (56 por ciento de los de intermedia y 69.5 por ciento de los de secundaria) dijeron que no eran ni abusadores ni víctimas.

Los investigadores citaron varias limitaciones del estudio, entre ellas una baja tasa de respuesta y su dependencia de los reportes de los estudiantes mismos. El recuerdo no siempre es preciso y podría estar sujeto al sesgo, señalan los expertos.

Los CDC lanzaron un programa, Lucha por reducir la violencia juvenil en todos lados, para ayudar a las comunidades a fomentar ambientes seguros para los estudiantes.


FUENTE: U.S. Centers for Disease Control and Prevention, April 22, 2011, Morbidity and Mortality Weekly Report

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